miércoles, 4 de abril de 2018

A la voz de ¡barco viene!

¡Saludos, marineros de agua dulce!

Una temática que desde siempre me ha parecido muy atractiva e interesante es el mundo de los piratas. Además, el período literario español por el que siento predilección es el Romanticismo, por tanto, ¿Qué ocurre si juntamos esas dos aficiones? Que es imposible no hacer mención a José de Espronceda, considerado uno de los máximos exponentes de la poesía del Romanticismo español y autor de la Canción del Pirata.
No obstante, mi primer contacto con el mundo de la piratería fue a temprana edad cuando en mis manos cayó el primer libro de la saga El pirata Garrapata, escrito por Juan Muñoz Martín. Después reconozco que fui interesándome y, sobre todo, aficionándome y disfrutando de todo lo relacionado con este peculiar mundo. Proseguí, ya a mayor edad, con la lectura de La isla del tesoro, de R.L.Stevenson, que definitivamente me cautivó y En costas extrañas de Tim Powers, entre otras...
Finalmente, me gustaría recomendaros la canción que el grupo Tierra Santa compuso del poema de Espronceda, si bien no un es un género musical por el que siento una especial devoción, he de admitir que esta canción me encanta y que gracias a escucharla aprendí de memoria el poema (sin proponérmelo). También considero que es una canción muy apropiada para llevar al aula y reforzar los contenidos impartidos y, de esta forma, que nuestros alumnos vean cómo la literatura traspasa el papel y salpica otros géneros.
En su Canción, bajo mi punto de vista, Espronceda refleja a la perfección el ideario pirata, esa búsqueda tan ansiada de libertad, de escapar de una sociedad llena de ataduras y convencionalismos, de apariencias, de materialismo…
Allá muevan feroz guerra, ciegos reyes por un palmo más de tierra, que yo tengo aquí por mío cuanto abarca el mar bravío a quien nadie impuso leyes”. José de Espronceda.

 
Es hora de zarpar, grumetes...¡Levad anclas!

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