Durante el período de prácticas que llevé a cabo en el IES Jorge
Juan (Alicante) pude comprobar que la gran mayoría de los alumnos a
los que impartí clases necesitaban un desarrollo y mejora de su
competencia lecto-literaria. De esta forma, basándome en la
experiencia vivida en el centro he desarrollado un proyecto que me
gustaría llevar a cabo en un futuro a medio plazo.
La actividad se plantea como un pequeño seminario que tiene una
duración de dos meses, a razón de una hora semanal (que corresponde
con el horario de la asignatura de lengua y literatura). El grupo que
se ha escogido es un compendio de todos los alumnos de 4º ESO que
asistan a un plan de diversificación, aquellos que muestran
dificultades en el aprendizaje a lo largo de su vida escolar y
estudiantes que manifiestan una baja expectativa en cuanto a su
futuro académico.
Este proyecto no es más que un intento de innovar en la práctica
docente, de mejorar, de provocar una situación alejada de la
cotidianidad de la materia para conseguir pequeñas metas y así ir
ganando la partida al tedio y la frustración que, por desgracia, a
menudo se instala tanto en profesores como alumnos.
Sabemos que el buen lector se va formando con el paso de los años y
nuestra infancia/adolescencia es una etapa fundamental en la
adquisición de hábitos lectores. Así pues, en el libro El arte
de leer (1998), José Morais afirma: “El primer paso hacia la
lectura es oír los libros”, además añade: “Oír la lectura de
otro cumple una triple función: cognitiva, lingüística y
afectiva”.
Con este proyecto, se apuesta por volver al comienzo de la
construcción del lector mediante la lectura en voz alta en el aula,
a modo de pequeño club literario en el que la disposición de los
alumnos en clase será más cercana y buscando un contacto afectivo.
Una lectura que llevará a cabo el profesor de manera gratuita,
puesto que no requiere esfuerzo por parte del alumnado. La elección
de que sea el docente el que se encargue de la lectura es porque se
presupone que es una persona que aprecia la estética de la
literatura, que sabe disfrutar de ella, que reconoce sus códigos y,
en definitiva, que sabe transmitir su pasión por los libros.
Además, durante la lectura en voz alta por parte del docente se
proyectará un vídeo con imágenes (que previamente ha podido
confeccionar el profesor) que ayuda y apoya la inmersión
lecto-literaria de la actividad.
No obstante, los libros de lectura no serán escogidos al azar sino
que previamente, en la primera sesión inicial y planteamiento de
este “seminario”, se pasará una encuesta a los alumnos para
saber acerca de sus hábitos y gustos lectores, con el fin de obtener
datos estadísticos y poder asignar unas lecturas que interesen a
nuestra audiencia.
El principal problema que podemos tener en el seminario es la
implantación del aprendizaje basado en preguntas y respuestas, o de
ámbito comunicativo, de manera que el profesor deberá “ganarse”
a la clase de una manera paulatina, con paciencia, logrando que los
alumnos pierdan el miedo a hablar en público y a manifestar sus
sentimientos o sensaciones acerca de una determinada lectura. Además, a medida que se vayan
leyendo obras y, siempre
y cuando sea una opción viable, se podría decorar el aula con
algunos pósters, imágenes, murales decorativos, etc. que hagan
referencia a las obras leídas, previa deliberación con la clase.
Todo esto para intentar
dotar al aula de un aspecto parecido al de un pequeño “club de
lectura”.
En este proyecto el uso de las TIC está presente, no obstante, no podría ser tildado de ciertamente “innovador”. Nos ayudaremos de la pizarra electrónica para proyectar booktrailers (teniendo mucha cautela con los spoilers), imágenes de apoyo para el momento de la lectura, incluso se podría hacer uso de sonidos ambiente durante la actividad que fomenten la creación de un espacio de lectura inmersivo.
Finalmente, teniendo como referencia mi estancia en el centro IES Jorge Juan y lo que pude presenciar en cuanto a las necesidades e intereses de los alumnos, pienso que podría resultar un proyecto docente interesante en el que algunos alumnos descubran la lectura y otros se reencuentren con ella.
En este proyecto el uso de las TIC está presente, no obstante, no podría ser tildado de ciertamente “innovador”. Nos ayudaremos de la pizarra electrónica para proyectar booktrailers (teniendo mucha cautela con los spoilers), imágenes de apoyo para el momento de la lectura, incluso se podría hacer uso de sonidos ambiente durante la actividad que fomenten la creación de un espacio de lectura inmersivo.
Finalmente, teniendo como referencia mi estancia en el centro IES Jorge Juan y lo que pude presenciar en cuanto a las necesidades e intereses de los alumnos, pienso que podría resultar un proyecto docente interesante en el que algunos alumnos descubran la lectura y otros se reencuentren con ella.
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