martes, 1 de mayo de 2018

Práctica VII. Narrativa en relación al desarrollo de la competencia lecto-literaria.

Durante el período de prácticas que llevé a cabo en el IES Jorge Juan (Alicante) pude comprobar que la gran mayoría de los alumnos a los que impartí clases necesitaban un desarrollo y mejora de su competencia lecto-literaria. De esta forma, basándome en la experiencia vivida en el centro he desarrollado un proyecto que me gustaría llevar a cabo en un futuro a medio plazo.

La actividad se plantea como un pequeño seminario que tiene una duración de dos meses, a razón de una hora semanal (que corresponde con el horario de la asignatura de lengua y literatura). El grupo que se ha escogido es un compendio de todos los alumnos de 4º ESO que asistan a un plan de diversificación, aquellos que muestran dificultades en el aprendizaje a lo largo de su vida escolar y estudiantes que manifiestan una baja expectativa en cuanto a su futuro académico.
Este proyecto no es más que un intento de innovar en la práctica docente, de mejorar, de provocar una situación alejada de la cotidianidad de la materia para conseguir pequeñas metas y así ir ganando la partida al tedio y la frustración que, por desgracia, a menudo se instala tanto en profesores como alumnos.
Sabemos que el buen lector se va formando con el paso de los años y nuestra infancia/adolescencia es una etapa fundamental en la adquisición de hábitos lectores. Así pues, en el libro El arte de leer (1998), José Morais afirma: “El primer paso hacia la lectura es oír los libros”, además añade: “Oír la lectura de otro cumple una triple función: cognitiva, lingüística y afectiva”.
Con este proyecto, se apuesta por volver al comienzo de la construcción del lector mediante la lectura en voz alta en el aula, a modo de pequeño club literario en el que la disposición de los alumnos en clase será más cercana y buscando un contacto afectivo. Una lectura que llevará a cabo el profesor de manera gratuita, puesto que no requiere esfuerzo por parte del alumnado. La elección de que sea el docente el que se encargue de la lectura es porque se presupone que es una persona que aprecia la estética de la literatura, que sabe disfrutar de ella, que reconoce sus códigos y, en definitiva, que sabe transmitir su pasión por los libros. Además, durante la lectura en voz alta por parte del docente se proyectará un vídeo con imágenes (que previamente ha podido confeccionar el profesor) que ayuda y apoya la inmersión lecto-literaria de la actividad.
No obstante, los libros de lectura no serán escogidos al azar sino que previamente, en la primera sesión inicial y planteamiento de este “seminario”, se pasará una encuesta a los alumnos para saber acerca de sus hábitos y gustos lectores, con el fin de obtener datos estadísticos y poder asignar unas lecturas que interesen a nuestra audiencia.
El principal problema que podemos tener en el seminario es la implantación del aprendizaje basado en preguntas y respuestas, o de ámbito comunicativo, de manera que el profesor deberá “ganarse” a la clase de una manera paulatina, con paciencia, logrando que los alumnos pierdan el miedo a hablar en público y a manifestar sus sentimientos o sensaciones acerca de una determinada lectura.  Además, a medida que se vayan leyendo obras y, siempre y cuando sea una opción viable, se podría decorar el aula con algunos pósters, imágenes, murales decorativos, etc. que hagan referencia a las obras leídas, previa deliberación con la clase. Todo esto para intentar dotar al aula de un aspecto parecido al de un pequeño “club de lectura”.

En este proyecto el uso de las TIC está presente, no obstante, no podría ser tildado de ciertamente “innovador”. Nos ayudaremos de la pizarra electrónica para proyectar booktrailers (teniendo mucha cautela con los spoilers), imágenes de apoyo para el momento de la lectura, incluso se podría hacer uso de sonidos ambiente durante la actividad que fomenten la creación de un espacio de lectura inmersivo.

Finalmente, teniendo como referencia mi estancia en el centro IES Jorge Juan y lo que pude presenciar en cuanto a las necesidades e intereses de los alumnos, pienso que podría resultar un proyecto docente interesante en el que algunos alumnos descubran la lectura y otros se reencuentren con ella.


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