domingo, 29 de abril de 2018

Práctica 7: Narrativa sobre la competencia en comunicación lingüística

Mi narrativa respecto a la competencia lingüística en la clase de Formación Profesional es peculiar a la vez que interesante. Por este motivo, quiero comenzar la descripción de la clase profundizando en ciertos aspectos obviados en el marbete que incluye la descripción formal del centro; pues en este caso concreto tenemos lo que antaño se denominaría PQPI, incluyendo un grupo reducido de alumnos –aquí son todos hombres entre 17 y 20 años- de distintas procedencias –Denia, Pedreguer, Benissa, Jávea, India y Ucrania- y cuyas expectativas académicas evidencian un futuro poco prometedor.
Como consecuencia, las exigencias en cuanto al desarrollo de la competencia en comunicación lingüística serán distintas a las exigidas en Bachillerato. Sin embargo, de esta perspectiva nace la satisfacción de enfrentarte a otro tipo de currículo (menos ortodoxo, se podría decir), trabajarlo y atender a sus características y funcionamiento.
A la hora de realizar la actividad, he decidido reseñar la referida al texto argumentativo y su naturaleza que realizamos en la clase de Castellano/Valenciano el jueves 29 de febrero. Los objetivos de la unidad didáctica señalada consisten en llegar a un razonamiento común entre los alumnos acerca de la utilidad e importancia de los textos argumentativos, así como su capacidad pragmática en su situación comunicativa cotidiana. Para ello, en primer lugar, explicamos brevemente los conceptos relativos a un texto argumentativo como su descripción, la finalidad, ejemplos de argumentación, tipos de argumentos... para, posteriormente, mostrar ejemplos prácticos de discursos argumentativos vistos en arte, política, periodismo, publicidad, etc. desde los cuales extraigan una intención argumentativa los alumnos. Además, el docente entrega una plantilla con situaciones argumentativas que tendrán que desarrollar también los alumnos.
Por esta razón, se deduce que los contenidos propios a la finalidad del discurso argumentativo y los distintos tipos de argumentación han sido asimilados durante la primera parte de la actividad. No obstante, a raíz de las dificultades que impone la pertenencia a otras culturas o la falta de agilidad con el empleo del castellano, el aula experimentaba complicaciones a la hora de distinguir únicamente los tipos de argumentación y no la finalidad de un texto argumentativo. Por ejemplo, resultaba más fácil localizar tanto el texto que portaba una carga argumentativa como localizar la argumentación proporcionada por el emisor de dicho discurso que, en cambio, distinguir claramente si en la argumentación se estaba haciendo un uso de una falacia de autoridad o de un contraargumento.
Por lo que se refiere a proceso de aprendizaje, puedo afirmar la asimilación de dichos contenidos y su uso práctico en una situación comunicativa real que pude evaluar mediante ejercicios tanto orales como por escrito. Alguna evidencia de esta consecución de objetivos podría ser el ejercicio realizado, donde se mostraba el anuncio de una famosa marca que trataba de sugestionar al receptor del mensaje argumentativo, el cual fue resuelto por el alumnado sin la ayuda del docente.
Cabe reforzar la idea de que comprenden los conceptos lingüístico-comunicativos al realizar un ejercicio donde el alumno debía aportar una argumentación ante un suceso diario (por qué no ha llevado la tarea a clase, no ha hecho labores domésticas esta semana en casa o rendir cuentas con la autoridad); que fue resuelto con buen ritmo. En tal caso, la dificultad a la hora de alcanzar los objetivos la presentaron los alumnos extranjeros (uno ucraniano y otro indio) principalmente por motivos culturales, pero también por motivos lingüísticos, como comentaba anteriormente. En el caso de nuestro alumno indio, por ejemplo, le era más costoso ambientarse en la situación descrita ante un policía (el vocabulario puede resultar complicado: autoridad, sanción, nivel acústico...) donde tiene que argumentar la falta de homologación de una pieza en su moto.
Como venía diciendo en la introducción de esta narrativa, el nivel de exigencia a este curso pudiera ser distante de un Bachillerato, sin embargo, considero posible la profundización de los alumnos en un tema como es el texto argumentativo. En el hipotético caso de continuar con aquella unidad didáctica, incidiría en los tipos de argumentación que existen, pues al reconocer y ser conscientes de la amplia perspectiva que se puede atender en una argumentación, el alumno va a ser capaz de deducir el carácter del mensaje que está siendo transmitido, es decir, considero que es importante (a nivel pragmático) que el alumno sea capaz de distinguir el contexto y el receptor de la argumentación e incluso sea capaz de componer cohesionada y coherentemente un discurso capaz de sugestionar a un receptor. A la hora de enfrentarme a los impedimentos que presentan los alumnos extranjeros, considero que se reduciría la dificultad si gozaran de una instrucción personalizada o al margen de un grupo capaz de entender y expresarse en un idioma oficial correctamente. Para ello, se podría ofrecer vocabulario antes de adentrarnos en las situaciones trabajadas o un precedente cultural cuando estuvimos viendo discursos argumentativos en política, publicidad, arte y sociedad.
Por último, antes de concluir esta narrativa, voy a detenerme en el empleo de las nuevas herramientas que facilitan el desarrollo-aprendizaje de las competencias lingüísticas en el aula. En este caso, el centro en cuestión pertenece a un ámbito social medio-bajo, por lo que los recursos tecnológicos se reducen a proyector, ordenador, pizarra, boli y papel. A pesar de esto, en nuestro particular bolsillo de Doraemon -que es Internet- hemos podido encontrar las herramientas adecuadas: la plataforma YouTube ha sido clave a la hora de visualizar spots publicitarios, discursos orales y situaciones comunicativas de la que agradezco el apoyo visual tan valorado hoy en día por el alumnado, pero también han sido de cierta ayuda los periódicos digitales que me han aportado textos adecuados al momento y las características de los alumnos.
Con esto, podría afirmar el uso de las TIC en el ula de Lengua y Literatura. Sin embargo, la red virtual que se extiende en Internet es vastísima, con la sensación de ser una base de datos inagotable en la que el docente se ve obligado a abastecerse para adaptarse a las nuevas situaciones escolares. Por lo tanto, las TIC intuyen un futuro insólito y fascinante para la escuela, en general, y el cuerpo docente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario