A
pesar de no considerarme un usuario avanzado en el manejo de las TIC, disfruto de
sus numerosas utilidades prácticamente a diario. Todavía recuerdo,
hace ya unos cuantos años, que la primera aplicación que usé de
manera constante fue el chat de Messenger, el cual ocupaba
casi el 90% del tiempo de uso que destinaba a mi ordenador.
Posteriormente
no recuerdo de manera clara cómo fueron incorporándose el resto de
las herramientas que a día de hoy están asentadas en mi rutina,
pero sí sé con total seguridad que se me haría difícil imaginarme
sin hacer un uso diario de estas aplicaciones.
Siempre
me he considerado un apasionado del mundo audiovisual, por tanto, la
importancia que tiene para mí Youtube es
muy grande, hasta el punto de situarla en la cima de las herramientas que más uso. Películas,
tráilers, videojuegos, tutoriales,
reseñas de todo tipo, etc.
conforman a grandes rasgos mi lista de búsqueda. Además, es una
aplicación que puede usarse en el campo de trabajo que nos
concierne, la docencia, ya
sea para proyectar una determinada obra literaria que se ha adaptado
al cine, mostrar de una manera más atractiva algún componente
teórico o incluso para estrechar relaciones entre diferentes campos
artísticos.
Skype
es otra herramienta que he
usado bastante. En mi caso
me permitió mantener contacto más o menos a diario con un ser
querido que por
circunstancias de la vida estuvo un tiempo alejado de mí. No
obstante, también lo he llegado a utilizar para compartir momentos de
ocio con mis amigos de la infancia, principalmente
como herramienta “accesorio”
en videojuegos online.
Whatsapp,
Facebook, Gmail, Twitter, son
aplicaciones de mi
uso diario, siendo Whatsapp
la más usada y Twitter (debido a mi reciente incorporación) la que
menos.
Por
lo que respecta a las TIC en el ámbito de
la docencia, tengo que
manifestar que el Máster ha sido la principal causa por la cual me
he acercado a aplicaciones como Kahoot!, Blogger,
Educaplay, etc. y he podido
comprobar cómo algunas de éstas se antojan a menudo necesarias para
salir un poco de la rutina docente que ha estado instaurada en
nuestras aulas y, de esta forma, hacer más atractivo el proceso
enseñanza-aprendizaje de cara al alumnado.
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